Foto Tiguaz
A mi lado sitúate, distancia,
y no dejes espacio
en el camino
ni disfraces tu
rostro de asesino
cubierto de retazos
de arrogancia;
tampoco es necesaria la constancia
aun menos de aquel
viento vespertino
que acumule el
recuerdo libertino
si está el ego repleto
de fragancia.
Te sitúo más allá
del horizonte
entre un rayo de luz
del firmamento
envolviendo las ráfagas de viento
como sutil e insulso
polizonte.
Apriétate desnuda a nuestra
almohada,
más tarde así se hará de madrugada.