Foto Tiguaz
Acaríciame las manos, soledad,
rellénalas con trozos de recuerdo
que puedan abrazar
esa oquedad,
entre notas de amor
casi me pierdo;
hoy quiero disfrutar
la madrugada
enredando tu cuerpo
en el intento,
esa nota del sol en
la alborada
cual arrullo de paz
en el momento.
Y más tarde recorro
aquel camino
con luces infinitas
de mi estrella,
de siempre, la
distante, aquella bella,
a la postre el
umbral del peregrino.
Si quieres solo
sueña la quimera,
el perfume de un
mar, fondo marino.