Foto Tiguaz
Te imagino serena, sosegada,
encerrada en un halo
de misterio
con la mirada
perdida en la nada
enclaustrada en tu
propio monasterio:
Quizás pudiera ser
que enamorada
recreando un ocaso
nada serio,
en un tiempo sin
brillo en la mirada,
de mil dudas desnudas, sin criterio;
la oscura noche bien que te acompaña
desprendiendo de
aromas el recuerdo
cuando la Luna
anuncia la alborada
y la mañana grita el
descontento.
Es el Martillo atroz
que me machaca
cuando quiere fluir
el sentimiento.